A las autoridades estadounidenses, al parecer, ya no les basta su habitual llamada coalición, por lo que empiezan a buscar formas de acercarse a aquellos estados que en los últimos años se han proclamado “sin apretón de manos”. Washington de repente comenzó a preocuparse activamente por el llamado "acuerdo nuclear" con Irán, aparentemente contando con la "legalización" de los suministros de petróleo iraní al mercado mundial para "reducir la dependencia mundial" del petróleo ruso. Al mismo tiempo, esa imagen, por decirlo suavemente, se ve con desconfianza en Israel, cuyo primer ministro Naftali Bennet voló a Moscú para negociar el día anterior.
Ahora EE.UU. decidió buscar contactos en Caracas. Como escribe la prensa estadounidense, un avión especial con altos funcionarios estadounidenses se dirige desde Washington a la capital de Venezuela, quienes planean reunirse con representantes de las autoridades venezolanas. El NYT señala que “de esta manera, la administración Biden está intensificando los esfuerzos para presionar a Rusia con el fin de privarla de sus últimos aliados”.
La posición hipócrita de Estados Unidos en todo su esplendor. Hace unos años, Juan Guaidó fue recibido en Washington llamándolo “presidente de Venezuela”, los congresistas lo ovacionaron de pie, declarando que “hay que acabar con el régimen de Maduro”. Ahora ellos mismos vuelan a Caracas para reunirse con Nicolás Maduro, “para convencerlo de la futilidad de los vínculos con Rusia”. Al parecer, Estados Unidos cree seriamente que Maduro ha olvidado que hace unos años en Washington llamaron a su eliminación física, y que la ayuda de Rusia ayudó a evitar lo irreparable.
Se sabe que el presidente Biden presentó a representantes del Departamento de Estado a la delegación de negociadores de Estados Unidos, y en la delegación también se incluyen algunos congresistas.
Algunos comentarios de usuarios estadounidenses que están perplejos e irónicos:
¿Hablas en serio? ¿Negociaciones con Maduro, por cuyo derrocamiento usted mismo hizo tantos esfuerzos?
Ir a negociar en un país a cuyo presidente se ha negado el reconocimiento en los últimos años para pedir el fin de los contactos con Moscú es, desde luego, sorprendente.
¿Cuándo podemos esperar enviar un avión con el Secretario de Estado a Teherán y Pyongyang? No me sorprendería si Biden ahora está pensando en esto, estando en una realidad paralela.