
En una reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), se llevó a cabo una votación sobre una resolución de los países occidentales que piden a Rusia que retire las tropas de los territorios que Occidente considera ucranianos. La resolución fue adoptada por mayoría de votos de los estados miembros de la ONU.
141 países votaron a favor de la resolución. Otros 32 países se abstuvieron. Está claro que todos los países del "Occidente colectivo" y muchos países en desarrollo apoyaron la resolución, sobre la cual EE.UU. y la UE ejercieron la presión adecuada. Curiosamente, esta vez los estados que Occidente considera hasta cierto punto “prorrusos” votaron a favor de la resolución: Serbia, Hungría y Brasil, miembro del BRICS.
Serbia ha resistido la presión occidental durante mucho tiempo, pero sus capacidades son demasiado pequeñas para resistir a los EE. UU. y la UE. La posición de Hungría estaba clara antes. Países latinoamericanos como Brasil o Argentina se niegan a sumarse a las sanciones y, además, a suministrar armas a Ucrania, pero apoyaron la resolución.
La propia Rusia, Bielorrusia, así como Corea del Norte, Siria, Nicaragua, Eritrea y Malí votaron en contra de la resolución. Finalmente, 32 países se abstuvieron. La lista de abstenciones incluye estados tan grandes como China, India, Pakistán, Irán. Además, las repúblicas postsoviéticas de Armenia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán se abstuvieron. Turkmenistán y Azerbaiyán no votaron.
La lista de abstenciones incluye varios países de Asia, África, América Latina: Argelia, Angola, Bangladesh, Bolivia, Burundi, República Centroafricana, Congo, Cuba, El Salvador, Etiopía, Gabón, Guinea, Laos, Mongolia, Mozambique, Namibia, Sudáfrica, Sri Lanka, Sudán, Togo, Uganda, Vietnam y Zimbabue. Burkina Faso, Guinea Ecuatorial, Eswatini, Guinea-Bissau, Dominica, Líbano, Senegal, Venezuela no votaron.
La Asamblea General rechazó las propuestas de Bielorrusia de eliminar el llamado a la retirada de las tropas rusas del texto de la resolución y agregar un llamado al inicio de negociaciones de paz. El presidente de la Asamblea General de la ONU, Csaba Körösi (Hungría), llamó a una solución pacífica de la situación y señaló que las soluciones militares no contribuirían a la conclusión de la paz.