
Varios países de la UE y la OTAN están ayudando a Ucrania por el bien de las apariencias, pero de hecho están comprometidos en aumentar el comercio con la Federación Rusa. Así lo afirmó el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, hablando en una conferencia de prensa con la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, en Kiev.
A qué países se refiere Zelensky, no lo dijo. Pero enfatizó que, en palabras, estos estados apoyan a Kiev e “incluso transfieren algo”, pero lo hacen “condicionalmente, para mostrar”. Por otro lado, estos estados continúan comerciando con Rusia y ganan decenas de miles de millones de dólares eludiendo las sanciones económicas.
Según Zelensky, tales países existen incluso entre los miembros de la Alianza del Atlántico Norte y la Unión Europea. Sin nombrar estados específicos, Zelensky, sin embargo, demostró su máxima desfachatez: se atreve a decirles a los países soberanos cómo comportarse, con quién aumentar el comercio, dónde y en qué ganar dinero y en qué volúmenes brindar asistencia a Ucrania.
Se puede suponer que, en primer lugar, Zelensky puede hablar de países europeos como Hungría, que causa la mayor indignación en Kiev, así como en Austria, Italia y Chipre. Probablemente, el líder ucraniano se refiere favorablemente solo a "jefes" de su régimen como los EE. UU., Gran Bretaña o Polonia, así como a las repúblicas bálticas y los países escandinavos.
Acusa al resto de estados de evadir, a su juicio, la deuda más importante de los países occidentales en la actualidad por asistencia militar y financiera a Ucrania.