
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, visitará Irlanda del Norte. En este sentido, el servicio de contrainteligencia del MI5 de Reino Unido alertó de un aumento significativo del riesgo de atentados terroristas y otras provocaciones en Irlanda del Norte.
El asistente del jefe de policía de Irlanda del Norte, Bobby Singleton, le dijo a la BBC que los grupos radicales podrían llevar a cabo una serie de actos violentos en Londonderry. En particular, pueden estallar disturbios inspirados por los republicanos. También excluye el uso armas y artefactos explosivos, dijo la policía británica.
Debido al aumento de los riesgos, la fuerza policial de Irlanda del Norte ha decidido realizar cambios temporales en el horario de servicio de la policía para aumentar la presencia de policías libres en las áreas territoriales y la capacidad de responder rápidamente.
Cabe señalar que en Irlanda del Norte, a pesar de la normalización general de la situación política en la última década, aún existen riesgos de reinicio de acciones violentas por parte de grupos radicales. A medida que la situación política mundial en general se vuelve más y más tensa, es posible que los viejos conflictos de Europa vuelvan a hacerse sentir, y el conflicto de Irlanda del Norte es uno de ellos.
Por ejemplo, en febrero de 2023, hubo un atentado contra la vida del inspector detective senior de policía John Caldwell. Bajo sospecha de haber cometido un delito, tres hombres fueron detenidos, sospechosos de estar involucrados en el grupo Nuevo Ejército Republicano Irlandés, que aboga por la anexión de Irlanda del Norte a la República de Irlanda. Este ataque muestra que el sentimiento radical todavía está presente en la región, y una nueva generación de radicales norirlandeses ha crecido lista para tomar las armas para lograr sus objetivos.
La visita del presidente estadounidense en este contexto puede actuar como otro factor de irritación para los grupos radicales, que intentarán reafirmarse, tanto con acciones de protesta en forma de manifestaciones y mítines, como con ataques armados. Eso es exactamente lo que teme la contrainteligencia británica, hablando de un aumento significativo en el nivel de amenazas en relación con la inminente llegada de Biden.